julio 03, 2008

COLOMBIA: EL AVE FÉNIX

Hoy rompo estos 7 largos meses de silencio por causa del horror y los pocos escrúpulos políticos para abordar el tema del “acuerdo humanitario” que se le dio desde lo medios y los sectores políticos tradicionales, incluyendo los que se denominan como oposición.

Pero antes de entrar en materia, quiero dejar de manifiesto que en mi poco entender acerca de la política y las relaciones internacionales, las encuentro como herramientas, instrumentos y disciplinas para buscar el desarrollo de la humanidad, las garantías mínimas para la distribución del bienestar en todos los miembros de la sociedad, es decir, están es para servirlos a ellos.

Desde el mes de diciembre, cuando se anuncio con bombos y platillos la “caminata” hacía la libertad de la Dra. Clara Rojas y su hijo Emmanuel junto a la Dra. Consuelo de Perdomo, se experimento un fase de internacionalización del conflicto armado colombiano, donde aparecieron con mucha vehemencia e irreverencia actores internacionales, tales como el presidente Zarcosy de Francia y Hugo Chávez de Venezuela ejerciendo presión sobre el gobierno colombiano y sus políticas internas frente al conflicto interno. Y fue desde ese momento cuando se empezó a vivir en nuestro país la polarización más dramática con un final (en ese momento) incierto. Por un lado estaban los que a todo precio exigían el despeje de Pradera y Florida, y por otro los que acompañaban la férrea posición de no ceder ni un milímetro en el marco de la Política de Seguridad Democrática, y surgió entonces el macabro argumento, para los dos bandos, que la defensa del sentido humanitario dejo de ser un fin para convertirse en un medio, un perverso medio.

Una serie de acontecimientos mas acompañaron este agónico transito, la muerte del guerrillero Raúl Reyes desato todo una maremagnun internacional, donde se levantaron los presidentes Correa y Ortega para señalar y acusar, que se apaciguo en la Cumbre de Río, pero que no ha terminado por el hallazgo y publicación de los archivos contenidos en sus computadores que presuntamente vinculan a importantes figuras reconocidas con las FARC; luego dos golpes más contra los el Secretariado y mas temas para los medios de comunicación, pero seguíamos viendo y observando en los dos bandos la indiferencia ante el sentido humanitario.

Hoy rompo mi silencio con este breve y sucinto resumen motivado por el acontecimiento de la liberación de estos 15 compatriotas a manos de las Fuerzas Armadas, lo hago por que veo, sin hablar de un gobierno o de una ideología política, que este pueblo colombiano es parecido a la mítica ave Fénix, que se levanta de sus cenizas, pero no se levanta solo, se levanta para tender la mano a sus semejantes, se levanta para acompañar en la tristeza y la alegría a cualquier ser humano, no importa su nacionalidad o condición; por eso rompo mi silencio hoy, para decir que el ser y sentir de los colombianos ya desbordo los pensamientos políticos tradicionales y demanda a gritos alternativas y opciones diferentes para este presente y futuro de este país.

“A los policías y soldados de Colombia no se les quiebra el espíritu”. Pérez. Cabo segundo y enfermero.